El joven Eiji ha desarrollado una droga llamada "My Son" (Mi Hijo) que transforma el dolor en placer y la administra en secreto a tres chicas en la clínica de su madre. Una sufre un problema nutricional, otra es una narcisista y la última, que se comunica con un cactus mediante un casco de realidad virtual, sufre de hipersensibilidad. El "My Son" empieza a hacerles efecto y...
Crítica
Puntuación del crítico: 9
Otra joyita del gore japones con una droga experimental que hace que el dolor se transforme en placer. En realidad las víctimas del experimento sufren una autodestrucción física con resultados terroríficos. Deliciosos y crujientes dedos rebozados en aceite hirviendo, automutilación extrema...etc. Pero para mi el momento cumbre de todas estas "delicias" es cuando una de las chicas se arranca un ojo con el tenedor y acto seguido...se lo come!!. Lo dicho, una joyita sin desperdicio.
Tom Savini
Ficha de Película enviada por Tom Savini el 26 de Marzo de 2005